Los trastornos temporomandibulares (TTM) abarcan una variedad de afecciones que afectan a la articulación temporomandibular y a los músculos circundantes. Pueden causar dolor, molestias y restricciones en la función mandibular, lo que repercute significativamente en la calidad de vida de los pacientes.
El tratamiento de los TTM requiere un enfoque integrado que combine distintas modalidades terapéuticas para aliviar los síntomas y restablecer la función mandibular. Uno de los principales objetivos del tratamiento es reducir el dolor y la inflamación, promoviendo la curación de los tejidos afectados.
El tratamiento de los Trastornos Temporomandibulares es polifacético y requiere un enfoque personalizado para satisfacer las necesidades individuales de cada paciente. Combinando distintas modalidades terapéuticas, es posible aliviar el dolor, restablecer la función mandibular y mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por esta enfermedad debilitante.
Este líquido está compuesto de ácido hialurónico, una sustancia presente de forma natural en las articulaciones. Por tanto, no hay motivo para preocuparse de que el ácido cause daños en la articulación.
El hialuronato sódico tiene propiedades científicamente demostradas en la articulación de: lubricación, antiinflamación y viscoinducción (favorece la liberación de nuevo ácido hialurónico endógeno).
La artrocentesis es un procedimiento mínimamente invasivo utilizado para tratar los procesos inflamatorios y/o degenerativos de la articulación temporomandibular (artrosis).
Este procedimiento consiste en lavar el espacio supradiscal e infradiscal para romper las adherencias y eliminar los mediadores inflamatorios presentes, con el objetivo de restablecer el rango normal de apertura bucal y eliminar la artralgia (dolor articular).
Para ello, en la clínica utilizamos la visualización por ultrasonidos, que nos permite acceder al espacio articular inferior, obteniendo una mayor asertividad y mejores resultados del tratamiento en comparación con la artrocentesis clásica (espacio supradiscal).
El uso de ultrasonidos no sólo nos permite acceder al espacio infradiscal, sino que también agiliza el procedimiento y puede realizarse con anestesia local.
De este modo, el paciente puede reincorporarse a sus actividades cotidianas sin necesidad de reposo.
Según el fenotipo de artrosis del paciente, es decir, según el tipo de tejido que queramos tratar (cartílago, hueso…) combinamos la artrocentesis con la infiltración de distintas sustancias.
La viscosuplementación es una técnica terapéutica eficaz para tratar la artrosis, las lesiones del cartílago, mejorar la lubricación de las articulaciones y el dolor articular.
Este líquido está compuesto de ácido hialurónico, una sustancia presente de forma natural en las articulaciones.
Por tanto, no hay motivo para preocuparse de que el ácido cause daños en la articulación.
El hialuronato sódico tiene propiedades científicamente demostradas en la articulación de: lubricación, antiinflamación y viscoinducción (favorece la liberación de nuevo ácido hialurónico endógeno).
Consiste en la infiltración de un centrifugado sanguíneo (iprf) en el espacio articular inferior para que entre en contacto con la cabeza de la mandíbula cuando ésta presenta un proceso degenerativo y tiene por objeto favorecer la formación ósea (recorticalización) deteniendo la progresión de la degeneración articular.
Copyright © Irene Méndez-Manjón | Desarrollado por Libelle Comunicação
Fale Conosco